julio 15, 2011

sobre espinas

Lo vieron cruzar el patio y dijeron:

se va a morir
pero de pena
-de esa que pincha-
azul

Para algo sirve, pensó. Duele y me confirma que sigo vivo. El corazón está ahí, no se fue. Cuando me sacaron el tiempo pensé en comprar estímulos (deseos, locuras). Aunque sigo en pausa y me río de vez en cuando, eso es lo que me queda. Una vez grité que la extrañaba y me miraron raro. Fruncieron la cara, eligieron el mejor disfraz de juez y me expulsaron del mundo. De su mundo. El mio está desierto, infértil, oscuro -llueven espinas-.

Duelepincha más que nunca. 


1 comentario:

aló