febrero 08, 2011

Te veo esperando mi explosión. De cerca, de lejos. Y el ceño fruncido. Me preguntas porqué cuando el resto mundo está dispuesto a rebelarse yo sólo sonrío. Te veo descifrando mi natural despreocupación (que sí es natural, que sí es verdadera). Y tus ojos me recorren. Hasta el momento en que mi quietud te sobrepasa y te anula. Soy el efecto contrario, el otro lado del imán.  

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